lunes, 15 de abril de 2019

POESÍA A LA SEMANA SANTA



Ábrame madre el baúl
y la túnica me saca,
que ya detrás de la esquina
está la Semana Santa,
que ya tocan a cabildo,
que ya suenan las campanas,
que ya viste como hebrea
la Virgen de la Esperanza,
que ya se ofician quinarios
y huele a cera quemada
perfumada con incieso
y  flores de color malva.
Deme, madre, los cordones
y la capa bien planchada,
para acompañar a Cristo
en su agonía lenta y larga,
por las calles de mi pueblo,
hasta que despunte el alba,
bajo un cielo estrellado,
con luna redonda y blanca.
Debajo de mi antifaz
volveré a esconder las lágrimas
que rueden por mis mejillas
cuando le mire a la cara,
cuando en silencio le grite,
desde el fondo de mi alma,
que cuide de mis mayores,
que a ver si al enfermo sana,
que el pobre encuentre un bocado
para llevar a su casa,
que le dé iusión al joven,
que al emigrante le abra
las puertas de donde fuere
cómo si fueran su casa,
que nos derrame la paz
que nos hace tanta falta.
Por las calles de mi pueblo
en penitencia callada
quiero acompañarte yo...
en otra... Semana Santa.

FIESTA DE SANTA CRUZ CAMPAZAS 2022