Como es lógico, cada uno se dispone en un “ o “ , no superior a seis o siete metros, como también lo hacen sus réplicas menores, también conocidas como . Normalmente los pendones de gran tamaño, más difíciles de llevar por sus dimensiones en caso de viento, están excluidos de este uso en procesiones de pasión. Esta circunstancia del tamaño implica una dificultad añadida ante la disposición poco idónea del cableado callejero pues, en muchos casos, el uso de grandes pendones bien podría plantear la exageración de su propio protagonismo en un ámbito público que pretende otros objetivos de marcado recogimiento devocional , ajenos a espectaculares alardes de destreza más propios de exhibiciones como la de San Froilán. En su mayoría, estos pendones son propiedad de las distintas cofradías que los portan y por ello, a modo identificativo, reproducen como divisa su color o colores representativos, que por lo general de modo más frecuentes son morado, rojo, verde o negro.
Nos topamos con ejemplos en toda la provincia. En Campazas desde el seno de su antigua cofradía del Cristo de la Vera Cruz plantea otra modalidad cromática empleando varios colores al procesionar, haciéndolo en ocasiones con dos pendones.
Uno con tres bandas con los colores morado, blanco y verde y el otro similar, que también en algunas semanas santas ha sido sustituido por otro con bandas en rojo y blanco alternas. Además de procesionar el Viernes Santo, estos pendones aparecen en el acto del del Domingo de Resurrección.
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